martes, 15 de agosto de 2017

Baja de testosterona: ¿Ya nada es como antes?



A partir de los 40 años y a medida que avanza la edad,  los hombres pueden experimentar una baja de la libido, fatiga, falta de motivación, incluso depresión,  síntomas que por lo general pueden estar  asociados a una disminución gradual de los niveles de testosterona. La baja en los niveles de esta hormona fundamental para el bienestar físico y emocional de los caballeros se conoce como hipogonadismo.

Para algunos hombres, la disminución del rendimiento sexual representa un punto de quiebre, los lleva a sentir mucha frustración, haciendo disminuir su autoestima, incluso llegan a pensar que pierden irremediablemente la virilidad. Estos temores y emociones puede conducirlos a recurrir a  suplementos de testosterona que se publicitan, desconociendo que no todos los pacientes pueden recibir la terapia de reemplazo de testosterona. Administrarla sin prescripción médica y un chequeo cada cierto tiempo puede comprometer seriamente la salud.

La testosterona es una hormona producida en los testículos , cuya disminución no solo surge  al avanzar la edad sino también podría ser causada por algunos factores tales como la obesidad , diabetes, problemas de tiroides, hipertensión arterial, entre otros.

¿Qué síntomas experimentan los hombres cuyos niveles de la hormona masculina han descendido?

1.        Disminución del apetito sexual, disfunción eréctil.
2.        Fatiga
3.        Depresión, irritabilidad, falta de concentración
4.        Mayor sudoración, trastornos de sueño.
5.        Reducción de la masa muscular

El hipogonadismo también podría aumentar el riesgo de osteoporosis, que conduce a un  debilitamiento de  los huesos, por lo que aumenta  el riesgo  a sufrir fracturas.

Diagnóstico y tratamiento

El paciente amerita una evaluación, es necesario  hacer pruebas  en sangre para  conocer el nivel de testosterona, los niveles de colesterol, triglicéridos, entre otros. Si se detecta que la hormona masculina está por debajo de los parámetros normales, el paciente podría ser candidato a  recibir la terapia de reemplazo con testosterona. Sin embargo, es pertinente  determinar el origen de la merma de la hormona, porque en algunos casos,  también podría ser producto de la ingesta de algunos medicamentos o de depresión.

La testosterona puede ser administrada con un gel, inyecciones, parches.  Al paciente hay que evaluarlo, la terapia de reemplazo hormonal conlleva efectos colaterales, entre los que se encuentran un aumento en  los niveles de colesterol, triglicéridos, incrementándose los riesgos cardiovasculares. Tampoco está claro, dadas las investigaciones que se han realizado hasta ahora, si es conveniente indicarla a pacientes  que han recibido tratamiento por cáncer de próstata.


No es recomendable que el paciente se automedique recurriendo a suplementos de testosterona, eso significa un gran riesgo para la salud, de allí la importancia de recurrir al especialista en urología que indicará las pautas a seguir.