jueves, 17 de noviembre de 2016

Reincidencia de cáncer de próstata es poco frecuente





Luego de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunciara esta semana que por motivos médicos viajaba a Estados Unidos, las alarmas en el país neogranadino se encendieron especulando que su primer mandatario volvía a padecer de cáncer de próstata. Dolencia de la cual fue operado hace cuatro años.

Franzo Marrufo, urólogo de la Policlínica Metropolitana, explica que no todos los pacientes a los que se les opera de cáncer de próstata recaen, sin embargo suele suceder y en esto entran diferentes factores como tipo de tumor, sistema inmunulógico del paciente, entre otros.

"Una vez que esto sucede se nos plantean varias preguntas: ¿cuándo subió el antígeno prostático? ¿cómo subió? Después de una cirugía prostática no debería haber antígeno prostático. Una vez realizada la operación al paciente se le hace un control durante los primeros dos años y el antígeno debe estar en niveles indetectables, si empieza a elevarse tenemos que revisar cómo era el tumor y la biopsia que se le hizo", explica el galeno.

Indica que el 35% de los hombres después de una cirugía radical prostática a los diez años pueden tener una recaída bioquímica en donde les comienza a subir el antígeno, pero no significa que vaya a tener progresión a metástasis.

Marrufo aclara que no es lo mismo que a un hombre se le comience a subir el antígeno a los tres años de haberse hecho la cirugía que se le duplique en menos de tres años.

"El mensaje que hay que dejar es que hay que visitar al urólogo. Si hay una recaída bioquímica hay suficientes alternativas para tratar al paciente. Incluso es de buen pronóstico siempre y cuando sean atendidos a tiempo. Incluso esa recaída puede ser de lesiones que quedaron en la cirugía. El paciente también debe saber que hay una abanico de opciones terapéuticas que garantizan el buen progreso del paciente".

Agrega que cuando se dan estas recaídas bioquímicas el paciente tiene que ir con varios estudios, además de otros que se le hacen, para escoger el tratamiento más adecuado.

A los 40 años

Marrufo resalta la importancia del antígeno prostático, ya que es uno de los pocos marcadores tumorales que puede ayudar a detectar lesiones pequeñas que no han dado síntomas.

Destaca el especialista que un hombre debe hacerse un chequeo prostático a partir de los 40 años de edad y si tiene antecedentes familiares directos debe hacerlo inmediatamente al cumplir 40 años.

Señala que el cáncer de próstata es un cáncer de crecimiento lento. Explica que cuando se encuentra localizado la sobrevida es de cinco años sin tratamiento y con tratamiento éste aumenta a diez años.

Agrega que también hay variedad en opciones de tratamiento y que en el país se cuenta con avanzados equipos que detectan las lesiones por lo que detectar una lesión de próstata  no significa una sentencia de muerte.

Entrevista realizada por la periodista Carolina Contreras de El Universal 

lunes, 24 de octubre de 2016

Amiga : ¿Sabes cómo prevenir la cistitis?




Aunque  la cistitis es una enfermedad de poca gravedad, es muy molesta porque afecta directamente la calidad de vida de muchas mujeres, llevándolas en ocasiones a aislarse socialmente y en la intimidad. En este artículo te contamos cuáles son sus síntomas, las causas que provocan esta patología y lo más importante, como prevenirla.

¿Qué es?

Es una enfermedad frecuente entre las mujeres y viene acompañada de síntomas muy molestos. Se trata de una infección urinaria que afecta a la vejiga, cuya causa más frecuente, es el ascenso directo de bacterias a través de la uretra. Estas bacterias están en la zona del margen uretral, en la zona vaginal e incluso en el margen perianal y, mediante la uretra, penetran hasta la vejiga. Esto sucede debido a que  la uretra femenina es muy corta, mide unos tres centímetros y, por tanto, es fácilmente accesible para las bacterias.
Las estadísticas revelan que casi todas las mujeres tendrán cistitis al menos una vez en la vida, y, que entre aquellas que hayan padecido la enfermedad, una de cada cinco la presentará de nuevo, lo que se conoce como cistitis recurrente.
Los gérmenes causantes de cistitis habitualmente son bacterias pero, de manera excepcional, esta enfermedad también puede deberse a hongos o virus. El germen causal más frecuente es la  Escherichia coli, una bacteria típica del tracto gastrointestinal.

Factores de riesgo

Las mujeres son más propensas a contraer una infección después de las relaciones sexuales o al usar un diafragma para el control de la natalidad. La menopausia también aumenta el riesgo de una infección urinaria e incluso suele estar asociada también  a momentos en los que existe “disminución de las defensas”, como sucede, por ejemplo, cuando se tiene gripe.
La cistitis puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común durante el embarazo, en mujeres sexualmente activas y entre quienes se hallan en la menopausia.

Qué sientes si hay cistitis

Su principal síntoma, es la molestia al momento de orinar, lo que en urología se conoce como disuria o síndrome miccional: experimentas ardor al orinar, aumento de la frecuencia miccional que se asocia, además, a la emisión de muy pocas gotas de orina. También puede aparecer sangrado en la orina junto con molestias en la parte baja del abdomen.
Ante estos síntomas, es necesario acudir al médico, preferiblemente a un urólogo. Es de suma importancia, primero tomar una muestra de orina para un urocultivo y seguidamente se puede iniciar de manera empírica el tratamiento con antibióticos. Esta práctica permite confirmar que efectivamente hubo una bacteria y que el tratamiento y la elección del antibiótico fueron oportuno y apropiado. Una vez finalizado el tratamiento, hay que hacer un nuevo urocultivo para asegurarse de que la orina está libre de bacterias.

Lo que debes hacer para prevenirla

La manera más eficaz de prevenir la cistitis pasa por medidas de carácter farmacológico como también por cambios en hábitos cotidianos y estilo de vida.
Como primera medida profiláctica se  aconseja la ingesta de arándano rojo, el famoso arándano rojo o  cranberry. Este fruto tiene poder antiséptico y se recomienda como una medida de profilaxis para quienes tienen infecciones de orina recurrentes. Su principal beneficio radica en que le proporciona al organismo nutrientes que impiden que las bacterias se adhieran a las células que recubren el tracto urinario.

Los cambios en hábitos cotidianos y estilo de vida también son muy importantes. A continuación te proporcionamos algunas sugerencias que marcan  la diferencia:

– Vaciar la vejiga totalmente con frecuencia, es decir, orinar cada dos o tres horas.
– Beber una cantidad suficiente de agua (mínimo 6-8 vasos al día). Esto significa beber aproximadamente dos litros al día, según el deporte que se practique  o de las pérdidas que se tengan.
– Evitar el estreñimiento, pues se ha comprobado que también está relacionado con el aumento de las infecciones de orina.
– A las mujeres sexualmente activas, se recomienda orinar antes y después de la relación sexual para que el propio mecanismo de la micción arrastre las bacterias que puedan haber entrado a través de la uretra.
– No permanecer con el traje de baño o ropa de gimnasio mojada durante mucho tiempo.
– Evitar los lavados vaginales frecuentes.
Para finalizar, recuerda que si los episodios de cistitis persisten, debes  acudir a la consulta de un urólogo a fin de realizar los estudios y exámenes pertinentes que puedan prevenir males mayores.



jueves, 7 de julio de 2016

Urotips: Medidas que usted puede tomar para retrasar y prevenir la Incontinencia Urinaria




La incontinencia urinaria no es una enfermedad que pone en peligro la vida del paciente, pero deteriora significativamente su  calidad de vida, debido a que reduce su autoestima y merma su autonomía. Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o ejercicio físico. Supone un problema higiénico, social y psíquico.  
No es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades. Es más común entre las mujeres, los niños (enuresis) y los ancianos, afectando a más del 15 por ciento de los mayores de 65 años no institucionalizados y al 35 por ciento de los ingresos en los hospitales.

Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición de la incontinencia de orina así como prevenirla. Algunos de los consejos que pueden tener en cuenta son:

1. Seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea. Evitar el sobrepeso y la obesidad, de esta forma se reducirá la presión intraabdominal.

2. Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros.

3. Evitar las comidas picantes.

4. Aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.

5. Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos, así tendrá menos ganas de orinar.

6. Evitar beber entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.

7. No pujar al orinar. De esta manera evitará que se dañen los músculos del suelo pélvico.

8. No ingerir bebidas antes de realizar ejercicio físico.

9. Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos situados alrededor de la uretra y del suelo pélvico, cuando estos músculos están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la incontinencia urinaria. Estos ejercicios consisten en la realización de una serie de contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma constante.

domingo, 22 de mayo de 2016

Urotips :¿Qué es el PSA?

Seguramente usted ha escuchado que se recomienda a los hombres, a partir de los 40 años,  hacerse una prueba en sangre llamada PSA, para descartar un cáncer de próstata. En realidad, este examen no solo detecta células cancerosas, sino que valores alterados podrían indicar que hay enfermedad prostática.

Más allá de las especulaciones, es importante que usted conozca,  qué es el Antígeno Prostático Específico. La próstata, glándula que poseen los hombres, segrega una serie de sustancias entre las que se encuentra el PSA, una proteína que se mide en sangre y que puede detectar un cáncer de próstata o  alguna enfermedad prostática.

Por lo general, los niveles de PSA en sangre son bajos, se consideran normales cuando están por debajo de 2,5 ng/ml, sin embargo, la prueba por sí sola no es definitiva para diagnosticar cáncer de próstata , es necesario que el urólogo haga una completa evaluación al paciente, que incluye tacto rectal y, de ser necesario, biopsia.

Aunque el PSA no es perfecto, sigue siendo, hasta ahora, un marcador tumoral eficiente, que da pistas acerca de la posibilidad de que exista un cáncer de próstata y, en algunos casos, puede indicar que hay Hiperplasia Prostática Benigna o una infección, denominada prostatitis.

Los resultados de esta prueba requieren de la interpretación de un especialista en urología, hay que insistir que por sí solo no indica la presencia de cáncer, de allí que el paciente al leerlo, no debe alarmarse, sino aguardar la consulta con su médico de confianza.

 ¿Debo hacerme la prueba de PSA?

En este tema hay mucha controversia, porque existen detractores y partidarios de la prueba, por lo que usted debe conocer las ventajas y riesgos antes de realizársela.
A continuación alguna de los beneficios y posibles riesgos:

Beneficios: Un test de PSA puede encontrar  un cáncer de próstata incipiente antes que  se disemine. El  tratamiento temprano puede ayudar  a  evitar complicaciones que surgen  cuando no es tratado en su debido momento, por lo que  puede ayudar  a los hombres a  vivir más tiempo.

Riesgos:   Si el antígeno prostático específico (PSA)  se encuentra en niveles normales, el paciente  siente mucha tranquilidad. Sin embargo, el resultado del Antígeno Prostático Específico (PSA)  normal podría no detectar algún cáncer de próstata,  es lo que se denomina un falso negativo.  Puede ocurrir que  los resultados del test sugieran que algo no está bien, sin embargo, el paciente no tiene cáncer de próstata, es lo que se conoce como un falso positivo. Un test de antígeno prostático específico (PSA)  falso positivo, puede conllevar a un biopsia de próstata innecesaria. Un antígeno prostático específico (PSA)  alto puede hallar un cáncer de próstata de lento crecimiento  y que nunca le causaría problemas al paciente sino se hubiera hecho el test.

La detección del cáncer de próstata en un estadio inicial quizás no reduce la posibilidad de morir por cáncer de próstata. Cuando se usa como examen de detección, el análisis del PSA puede ayudar a detectar pequeños tumores que no causan síntomas. Sin embargo, el hecho de encontrar un tumor pequeño no necesariamente hace que sea menor la posibilidad de que el paciente muera por cáncer de próstata. Algunos tumores que se encuentran por el análisis del PSA, crecen lentamente  y tienen poca probabilidad de amenazar la vida de un hombre. La detección de tumores que no ponen la vida en peligro se llama "sobre diagnóstico" y el tratamiento de estos tumores se llama "exceso de tratamiento”.

Pero también, la detección de un cáncer en estadio inicial puede no ayudar a un hombre que tiene un cáncer que crece con rapidez o un tumor canceroso que puede haberse diseminado a otras partes de su cuerpo antes de ser detectado.

Dada la controversia, lo  aconsejable es que el paciente conozca  que no existe la certeza de  que realizarse la prueba de   PSA  le salvará la vida,   pero es una herramienta muy útil para detectar cáncer de próstata en estadio temprano, de allí que es importante que usted   conozca los riesgos y ventajas del diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad.

Lo aconsejable es que después de realizar una toma de muestra para PSA, los resultados sean interpretados por un urólogo y de esta manera garantizar una evaluación integral  e individualización del paciente.


miércoles, 30 de marzo de 2016

Incontinencia urinaria: Cuando se pierde el control





Que se escape la orina en forma involuntaria, necesitar con urgencia y frecuentemente vaciar la vejiga, para algunos, es motivo de vergüenza, prefieren ocultarlo a familiares y amigos, antes que ir a la consulta del especialista. Pierden calidad de vida, se lesiona su autoestima, baja el rendimiento laboral, incluso  hay quienes dejan de tener actividad sexual por temor a la pérdida de orina durante la relación.

El  doctor Franzo Marruffo, cirujano urólogo de la Policlínica Metropolitana, Secretario General de la Sociedad Venezolana de Urología, explica que la incontinencia urinaria, según la International Continence Society (ICS), es cualquier pérdida involuntaria de orina que supone un problema social o higiénico.
“La incontinencia urinaria, señala,  no es una enfermedad que pone en peligro la vida del paciente, pero deteriora significativamente su  calidad de vida, debido a que reduce su autoestima y merma su autonomía. Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o ejercicio físico. Supone un problema higiénico, social y psíquico.  No es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades. Es más común entre las mujeres, los niños (enuresis) y los ancianos, afectando a más del 15 por ciento de los mayores de 65 años no institucionalizados y al 35 por ciento de los ingresos en los hospitales”.

¿Por qué unos lo padecen y otros no?

Se presenta tanto en personas sanas como asociada a diferentes enfermedades. La incontinencia urinaria se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra. Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del músculo detrusor,  capa muscular de la vejiga.
Agrega el especialista que entre las principales causas figuran: problemas o daños neurológicos,  una alteración del esfínter externo y de los músculos del suelo pélvico. También está asociada al fallo del esfínter interno ante una relajación inapropiada o lesión orgánica, por lo que hay que evaluar para determinar la causa.

Tipos de incontinencia

Señala el doctor Marruffo, que existen varios tipos de incontinencia:

Incontinencia urinaria de esfuerzo: En la incontinencia de esfuerzo, la pérdida de orina se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el estornudo, el deporte, cargar objetos pesados o el mero hecho de ponerse de pie o agacharse, puede provocar escapes de orina que van desde unas gotas hasta un chorro.

El origen de esta incontinencia, que afecta a más de un millón de mujeres, se encuentra en la uretra. El esfuerzo físico, aunque sea leve, provoca un aumento de la presión en el abdomen y en la vejiga, pero no se transmite a la uretra, lo que desencadena la incontinencia.

El embarazo y la edad provocan una pérdida de elasticidad y de tensión en el suelo pélvico, por lo que la vejiga y la uretra caen y sus mecanismos de continencia sólo son efectivos en reposo.Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.

Incontinencia urinaria de urgencia: Consiste en la pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una consciencia previa. El origen se encuentra en el  músculo detrusor. Se pueden distinguir dos tipos de incontinencia urinaria de urgencia, la  sensitiva,  provocada por un aumento de los impulsos sensitivos desde los receptores de tensión/presión que se encuentran en las paredes de la vejiga, que provoca una sensación temprana de plenitud y urgencia por orinar. La motora, en la que la pérdida de orina está motivada por una hiperactividad del detrusor, es decir, un fallo en la inhibición motora del reflejo de la micción. Está causada, principalmente, por mecanismos psíquicos, esfuerzos u obstrucción.
                    
Incontinencia urinaria mixta: La pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos. En este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el detrusor entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.

Incontinencia urinaria por rebosamiento: La pérdida de orina se produce porque la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen dos causas de incontinencia urinaria por rebosamiento:

Orgánica: En este caso la vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más, se produce el rebosamiento. Los tumores prostáticos y la hipertrofia benigna de próstata son las principales enfermedades que originan este tipo de incontinencia.

Neurológica: Un daño neurológico del núcleo parasimpático medular o del nervio pélvico provoca que el detrusor no tenga fuerza. Generalmente, surge por lesiones medulares, esclerosis múltiple o intervenciones quirúrgicas que afectan al nervio pélvico.

Incontinencia urinaria de causa psicógena: Está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua), a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer) o a fobias y manías.

Incontinencia urinaria de causa neurológica: Engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y las lesiones medulares.

¿Se puede prevenir?

Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición de la incontinencia de orina así como prevenirla. Algunos de los consejos que pueden tener en cuenta son:
-Seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea. Evitar el sobrepeso y la obesidad, de esta forma se reducirá la presión intra abdominal.
-Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros.
-Evitar las comidas picantes.
-Aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.
-Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos, así tendrá menos ganas de orinar.
-Evitar beber entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.
-No pujar al orinar. De esta manera evitará que se dañen los músculos del suelo pélvico.
-No ingerir bebidas antes de realizar ejercicio físico.
Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos situados alrededor de la uretra y del suelo pélvico, cuando estos músculos están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la incontinencia urinaria.
Estos ejercicios consisten en la realización de una serie de contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma constante.

Diagnóstico y tratamientos

El primer paso, explica el especialista es confirmar que se trata de una pérdida de orina totalmente involuntaria y objetivamente demostrable.
Para establecer un diagnóstico correcto, debe distinguir los factores externos y los  de las vías urinarias que originan la incontinencia, por lo que será necesaria una exploración física minuciosa que incluya un examen de la sensibilidad perianal y estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.
El tratamiento dependerá del tipo de trastorno de la vejiga y su causa.
Entre los posibles tratamientos se encuentra, aprender a controlar la vejiga mediante entrenamiento, ejercicios que fortalecen los músculos de la pelvis (ejercicios Kegel), medicamentos, dispositivos tales como parches uretrales, tapones e implantes y en algunos casos, se recurre a la cirugía, colocando cinchas suburetrales.

Entrevista realizada por Beatriz Navas Chang 

domingo, 21 de febrero de 2016

El varicocele podría causar infertilidad

El varicocele podría ocasionar problemas de fertilidad, de igual forma, estudios recientes lo asocian con una disminución de la testosterona. Es una afección muy común, por lo que es relevante conocer características y tratamiento. Algunos pacientes al recibir el diagnóstico se angustian por la creencia de que estarían condenados a quedar infértiles.

El doctor Franzo Marruffo Cook, médico urólogo de la Policlínica Metropolitana, explica que entre un 15 a 20 por ciento de los hombres puede padecer de varicocele. La enfermedad, en la mayoría de los casos, es asintomática, su hallazgo puede ser casual cuando el hombre acude a la consulta, muchas veces porque tiene pareja y no logran el embarazo.

Agrega  que el varicocele es una dilatación del plexo venoso o várices ubicadas por encima del testículo, que drenan la sangre de éste y se encuentran en el cordón espermático. Todo órgano tiene venas que por defectos congénitos, pueden dilatarse en el transcurso de la vida y acumular la sangre alterando el flujo venoso testicular. El trastorno puede presentarse de manera predominante al testículo izquierdo, también en el derecho o en ambos.

Algunos pacientes refieren tener una sensación de peso, molestias durante la actividad sexual.

Para efectuar el diagnóstico, se examina al paciente de pie, porque al estar  acostado las venas propulsan la sangre y desaparece la dilatación, por lo que no se puede detectar.  Además se recomienda realizar un eco doppler para evaluar el flujo sanguíneo del paciente.

Explica el doctor Marruffo que hay casos que ameritan abordaje quirúrgico,  existen 3 indicaciones formales para ello. “Cuando  produce infertilidad con atrofia testicular, en el caso de adolescentes lo ideal es hacer un  diagnóstico precoz para evitar daños testiculares durante su desarrollo.  También si hay  dolor e interfiere con la calidad de vida del paciente, tanto en actividades físicas, laborales y durante el acto sexual y por último, si  se presentan cambios estéticos por un crecimiento desmedido de las varices” apuntó. 

Los pacientes que presentan problemas de fertilidad se preguntan si luego de la intervención quirúrgica podrán procrear hijos. “La tasa de éxito ronda cerca del 50-70 por ciento. En 6 semanas deberían observarse los  resultados con la mejoría de la morfología y calidad de los espermatozoides. El aumento de la cuenta de espermatozoides tarda más tiempo. El control de la cirugía se realiza por medio de un espermograma  y se evalúa el porcentaje de espermatozoides vivos, móviles y su forma.

¿En adolescentes hay que operar para minimizar riesgo de infertilidad?

En la adolescencia cuando se diagnostica precozmente, surge el dilema de operar o no.  Hay quienes no recomiendan cirugía hasta que no haya indicios certeros de infertilidad con atrofia testicular. Nosotros sugerimos el diagnóstico y tratamiento precoz junto con la resolución quirúrgica si detectamos asimetría en el volumen testicular.

martes, 19 de enero de 2016

Urotips/ Disuria: me duele al orinar






Presentar dolor al orinar, dificultad para hacerlo, escozor, son síntomas asociados a inflamación, irritación de las estructuras del tracto urinario inferior, vejiga, uretra y próstata. La disuria (dolor, escozor o ardor al orinar) por lo general, aparece  si hay  infección en el tracto urinario inferior. En  la mujer, puede surgir cuando hay cistitis y, en los hombres, ante la existencia de prostatitis, uretritis o hiperplasia prostática benigna, entre otras enfermedades. También puede  presentarse por la presencia de cálculos renales en el tracto inferior y cuando hay trastornos en la vejiga. No debe subestimarse, su origen podría ser también la presencia de un tumor prostático o vesical. 

El dolor puede surgir al comienzo de la micción o al concluir. Suele ser motivo de alarma, el paciente debe asistir a la consulta del urólogo, no restarle importancia recurriendo a medicamentos naturales o tomar una pastilla que le recomienda un familiar, un amigo, el auxiliar de la farmacia, ese dolor podría ser un síntoma de una patología más grave. Un tratamiento eficaz, oportuno y adecuado es la clave para evitar males mayores futuros.

Para establecer las causas del dolor al orinar es necesario hacer una completa evaluación urológica, historia clínica detallada,  examen físico, examen de orina, urocultivo, si se sospecha que hay infección, estudios de imágenes para determinar otras causas, como por ejemplo, litiasis renal o un tumor.

En los hombres puede obedecer a una prostatitis ver + en los blogspot del Grupo UROTEC:

        http://dreliasmorakumboz.blogspot.com/2012/09/prostatitis.html
 http://doctorfranzomarruffo.blogspot.com/2015/12/hombres-jovenes-cuidarse-de-la_15.html

En ambos sexos, el dolor al orinar puede estar asociado a enfermedades de transmisión sexual o a un efecto secundario de la ingesta de algunos medicamentos.
Pacientes con cáncer que están recibiendo tratamiento con quimioterapia o radioterapia también pueden padecer de disuria.

El tratamiento dependerá de la causa.  Si hay infección, se administra antibióticos, pero si obedece a otra enfermedad subyacente, bien sea litiasis renal, algún trastorno de la próstata o vejiga, es necesario tratar el origen para aliviar el síntoma que permitió detectarla.

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