Aunque la cistitis es
una enfermedad de poca gravedad, es muy molesta porque afecta directamente la
calidad de vida de muchas mujeres, llevándolas en ocasiones a aislarse
socialmente y en la intimidad. En este artículo te contamos cuáles son sus
síntomas, las causas que provocan esta patología y lo más importante, como
prevenirla.
¿Qué es?
Es una enfermedad frecuente entre las mujeres y viene
acompañada de síntomas muy molestos. Se trata de una infección urinaria que
afecta a la vejiga, cuya causa más frecuente, es el ascenso directo de
bacterias a través de la uretra. Estas bacterias están en la zona del margen
uretral, en la zona vaginal e incluso en el margen perianal y, mediante la
uretra, penetran hasta la vejiga. Esto sucede debido a que la uretra femenina es muy corta, mide unos
tres centímetros y, por tanto, es fácilmente accesible para las bacterias.
Las estadísticas revelan que casi todas las mujeres tendrán
cistitis al menos una vez en la vida, y, que entre aquellas que hayan padecido
la enfermedad, una de cada cinco la presentará de nuevo, lo que se conoce como
cistitis recurrente.
Los gérmenes causantes de cistitis habitualmente son
bacterias pero, de manera excepcional, esta enfermedad también puede deberse a
hongos o virus. El germen causal más frecuente es la Escherichia coli, una bacteria típica del tracto gastrointestinal.
Factores de riesgo
Las mujeres son más propensas a contraer una infección
después de las relaciones sexuales o al usar un diafragma para el control de la
natalidad. La menopausia también aumenta el riesgo de una infección urinaria e
incluso suele estar asociada también a
momentos en los que existe “disminución de las defensas”, como sucede, por
ejemplo, cuando se tiene gripe.
La cistitis puede aparecer a cualquier edad, aunque es más
común durante el embarazo, en mujeres sexualmente activas y entre quienes se
hallan en la menopausia.
Qué sientes si hay
cistitis
Su principal síntoma, es la molestia al momento de orinar, lo
que en urología se conoce como disuria o síndrome miccional: experimentas ardor
al orinar, aumento de la frecuencia miccional que se asocia, además, a la
emisión de muy pocas gotas de orina. También puede aparecer sangrado en la
orina junto con molestias en la parte baja del abdomen.
Ante estos síntomas, es necesario acudir al médico,
preferiblemente a un urólogo. Es de suma importancia, primero tomar una muestra
de orina para un urocultivo y seguidamente se puede iniciar de manera empírica
el tratamiento con antibióticos. Esta práctica permite confirmar que
efectivamente hubo una bacteria y que el tratamiento y la elección del
antibiótico fueron oportuno y apropiado. Una vez finalizado el tratamiento, hay
que hacer un nuevo urocultivo para asegurarse de que la orina está libre de
bacterias.
Lo que debes hacer para
prevenirla
La manera más eficaz de prevenir la cistitis pasa por medidas
de carácter farmacológico como también por cambios en hábitos cotidianos y
estilo de vida.
Como primera medida profiláctica se aconseja la ingesta de arándano rojo, el
famoso arándano rojo o cranberry. Este
fruto tiene poder antiséptico y se recomienda como una medida de profilaxis
para quienes tienen infecciones de orina recurrentes. Su principal beneficio
radica en que le proporciona al organismo nutrientes que impiden que las
bacterias se adhieran a las células que recubren el tracto urinario.
Los cambios en hábitos cotidianos y estilo de vida también
son muy importantes. A continuación te proporcionamos algunas sugerencias que marcan
la diferencia:
– Vaciar la vejiga totalmente con frecuencia, es decir,
orinar cada dos o tres horas.
– Beber una cantidad suficiente de agua (mínimo 6-8 vasos al
día). Esto significa beber aproximadamente dos litros al día, según el deporte
que se practique o de las pérdidas que
se tengan.
– Evitar el estreñimiento, pues se ha comprobado que también
está relacionado con el aumento de las infecciones de orina.
– A las mujeres sexualmente activas, se recomienda orinar
antes y después de la relación sexual para que el propio mecanismo de la
micción arrastre las bacterias que puedan haber entrado a través de la uretra.
– No permanecer con el traje de baño o ropa de gimnasio
mojada durante mucho tiempo.
– Evitar los lavados vaginales frecuentes.
Para finalizar, recuerda que si los episodios de cistitis
persisten, debes acudir a la consulta de
un urólogo a fin de realizar los estudios y exámenes pertinentes que puedan
prevenir males mayores.
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